PSICOTERAPIA AFIRMATIVA LGBT+

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Toda persona LGBT+ vivimos circunstancias ajenas a la experiencia heterosexual que suelen producir ciertas huellas que requieren atención especializada para atender sus secuelas.
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La terapia gay afirmativa parte de que no existe nada "malo" con ser gay o lesbiana, de tal manera que la homosexualidad constituye un estilo de vida tan normal como la heterosexualidad, ni mejor ni peor que ella.

 

Los problemas que tienen las personas no-heterosexuales no se deben a su orientación sexual sino que se generan por las experiencias que viven al interior de un entorno que los rechaza (homofobia), que no comprende la diversidad sexual (homo-ignorante), así como de las psicoterapias que solo dan validez al estilo de vida heterosexual.

 

Vivir en una cultura que orilla a la vergüenza a quien no es heterosexual provoca una serie de desórdenes conductuales, psicológicos y espirituales. La terapia gay afirmativa se enfoca en reparar este daño, ayudando a las personas a moverse desde la vergüenza hacia el orgullo y la dignidad.

 

En consulta podemos trabajar en las siguientes áreas (entre muchas otras):

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• Aceptación de la propia orientación sexual.

• Construcción de una identidad personal sana.

• Búsqueda de la plenitud en el contexto de una vida sexo-afectivo diverso.

• La autoafirmación como gay, lesbiana o trans (salida del "clóset").

• Trascender el "acoso homofóbico" y sus consecuencias: ansiedad, homofobia interiorizada, fobia social, etc.

• Sexualidad específica entre hombres.

• Soltería, pareja, familia.

• Conductas compulsivas: sexo, alcohol, drogas.

• Relaciones tóxicas.

• Auto sabotaje

• Relaciones sociales con otros gays.

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​Por otro lado, como cualquier otra persona, muchos gays, lesbianas, bisexuales, travestis y transgénero buscan terapia para recibir apoyo en su vida cotidiana y no necesariamente para trabajar con su orientación sexual; en estos casos es conveniente asistir a terapia en donde el contexto homosexual sea comprendido por el terapeuta a fin de evitar rechazos o juicios (conscientes o inconscientes) por parte del profesional surgidos por una homofobia no resuelta.